¿cuándo?

A partir de 3 años

Un niño juega con su abuelo. Ambos comparten sus vidas, aprenden a hacerse preguntas en su pequeño pueblo. Tocan la tierra, llueven con el agua, son árboles y fruto.

Ellos se preguntan: ¿Cómo se llama aquél pájaro? ¿Por qué se caen las manzanas de los árboles? ¿Cómo crecen las plantas? ¿Por qué se marcha la gente del pueblo?

Mientras la vida crece dentro de nuestra aldea, damos la mano al abuelo, nos lleva a hombros y nos pasea por el nombre de las aves, por los sabores de las frutas, por el olor de la tierra, por la frescura del agua.

Y un día, el abuelo ya no está. Desaparece, como su pueblo, que cada día se va quedando más vacío.