Memoria de lo que seremos. Una mirada
a partir de 14 años
Palabra que nadie pronuncia, que se pronuncia a sí misma, palabra que media, como silencioso eros, entre dos cuerpos, el del amado/ amante, actor que mueve cuerpo de carne y hueso, y una figura femenina de madera, la amante/amada. Una voz en off pronuncia la palabra que es aire y es luz, por la que respira el cuerpo y por la que mira el espíritu; palabra por la que la figura de madera se humaniza/espiritualiza, por la que la figura de carne y hueso se mineraliza, sin dejar de ser esta humana y aquella de madera: palabra por la que las dos figuras llegan a ser una. Negación de la dualidad, no trascendencia del espíritu y su palabra, sino inmanencia e inminencia de la palabra hecha carne, palabra que respira y que mira. Y palabra que habla.